Desde que Colombia registró sus primeros casos de viruela símica en junio de 2022, el país ha estado en alerta máxima ante la propagación de esta enfermedad. Con más de 4.200 casos confirmados hasta agosto de 2024, las ciudades de Bogotá, Medellín y Cali se destacan como las más afectadas. El Instituto Nacional de Salud (INS) ha trabajado incansablemente para monitorear y controlar la situación, mientras la población enfrenta un desafío de salud pública que se suma a la crisis global.
A medida que la viruela símica continúa su curso en Colombia, las autoridades sanitarias intensifican sus esfuerzos para prevenir nuevos brotes y proteger a la población. La vigilancia constante, combinada con campañas de concienciación y vacunación, se ha convertido en la primera línea de defensa contra esta amenaza. Aunque la situación es preocupante, con la colaboración de todos, es posible contener la propagación y evitar mayores complicaciones. La clave está en la información y la prevención, para asegurar un futuro en el que la viruela símica deje de ser una preocupación en el país.