Este 7 de octubre, varios manifestantes salieron a protestar en la capital de Colombia contra el genocidio que se vive en la Franja de Gaza después de un año de la incursión del grupo terrorista Hamás en Israel, que dejó más de 1.200 muertos. Las manifestaciones se tornaron violentas, dejando varios problemas de orden público en la ciudad.
A un año de la incursión del grupo terrorista Hamás en Israel, que dejó 1.206 muertos, la violencia en la Franja de Gaza ha cobrado más de 41.900 vidas y ha dejado 10.000 desaparecidos. En este contexto, movimientos propalestinos a nivel mundial se movilizaron para condenar el genocidio y la violación de los derechos humanos, y Bogotá no fue la excepción. El 7 de octubre, miles de manifestantes salieron a las calles para expresar su apoyo a las víctimas palestinas, comenzando su marcha pacíficamente desde la Universidad Nacional y la Universidad Pedagógica. Sin embargo, la situación se tornó violenta al llegar a la embajada de Estados Unidos, donde comenzaron los desmanes.
El escuadrón del UNDMO tuvo que intervenir ante la escalada de violencia, que incluyó agresiones a un vigilante y actos de vandalismo en aproximadamente 20 locales comerciales. Algunos manifestantes derribaron vallas y prendieron fuego a una bandera estadounidense, mientras que otros atacaron un taxi que intentó cruzar la multitud, causando daños al vehículo.
Este caos dejó mensajes de protesta en la embajada, incluyendo frases como “Yankees criminales”, reflejando la tensión y la frustración acumulada entre los manifestantes. Las protestas no solo evidencian el descontento social, sino que también resaltan la compleja situación del conflicto en Gaza y la solidaridad de sectores de la población con la causa palestina.