A través de la declaratoria de desastre nacional, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) anunció una inversión inicial de $1,7 billones de pesos para responder a la emergencia climática que golpea a todo el país. Estos fondos se destinarán a medidas urgentes de atención y recuperación en las zonas más afectadas, dando inicio a la primera fase de un esfuerzo nacional para mitigar los daños y proteger a las comunidades vulnerables.

El país se encuentra en un momento crítico que exige una acción coordinada y recursos extraordinarios para salvaguardar la vida y el bienestar de miles de colombianos. Con un presupuesto inicial de $1,7 billones de pesos, el Gobierno ha lanzado una respuesta de emergencia que abarca desde la entrega de asistencia humanitaria hasta la reconstrucción de infraestructura clave. Esta inversión masiva se centrará en rescatar a las comunidades afectadas, estabilizar áreas críticas y recuperar las vías de acceso bloqueadas por la fuerza de las lluvias.
En Bogotá, el esfuerzo implica reparar las redes de servicios públicos, despejar carreteras y garantizar la seguridad de los ciudadanos en las localidades más golpeadas, como Suba, Engativá y Chapinero. Las autoridades, en coordinación con la Policía Nacional y la Defensa Civil, han desplegado equipos de rescate y apoyo en cada rincón de la ciudad para hacer frente a la emergencia que parece intensificarse cada día. La declaratoria de desastre nacional permitirá trasladar recursos de otros sectores para financiar de inmediato estas labores y responder rápidamente a la evolución de la crisis.
La situación en el departamento del Chocó es devastadora, con casi todos sus municipios bajo agua, una alarmante pérdida de cultivos y una crisis de seguridad alimentaria en las comunidades. La gobernadora del Chocó ha pedido al Gobierno Nacional incrementar el apoyo, pues esta emergencia sin precedentes ha destruido no solo viviendas, sino también los medios de vida de miles de familias.
Este esfuerzo conjunto involucra al Ejército, la UNGRD y ministerios clave, que no solo coordinarán las labores de atención en esta fase inicial, sino que también proyectan soluciones a largo plazo para fortalecer la capacidad de respuesta frente a desastres futuros. Además de las acciones de socorro, el plan incluye ayudas para la compra de maquinaria, rehabilitación de vías y subsidios de arrendamiento para quienes han perdido sus hogares.
Con las lluvias sin señales de cesar, los próximos días serán decisivos para evitar que la tragedia se extienda a nuevas regiones. La UNGRD y las autoridades locales hacen un llamado a la ciudadanía a mantenerse informada y acatar las recomendaciones, mientras trabajan sin descanso para recuperar los espacios dañados y atender a las más de 46.000 familias afectadas.