En un giro inesperado en el caso Mauricio Leal, la exabogada de Jhonier Leal reveló un perturbador video encontrado en el celular del reconocido estilista. En la grabación, Leal confiesa haber asesinado a su madre y luego intentado quitarse la vida, un material que hasta ahora permanecía oculto. Esta nueva evidencia podría cambiar el rumbo de la investigación, levantando más preguntas sobre su autenticidad y el papel que juega en el caso.
El caso del estilista Mauricio Leal ha vuelto a sacudir al país tras la revelación de un perturbador video que muestra los últimos momentos de su vida. En las imágenes, que fueron ocultadas por años, se ve a Leal gravemente herido, grabando un mensaje en el que confiesa haber asesinado a su madre y luego a sí mismo. Sin embargo, la publicación de este video ha despertado nuevas dudas sobre la verdadera naturaleza de los hechos.
Tres años después de que esta tragedia estremeciera a Colombia, el video ha reavivado el interés público, no solo por su contenido impactante, sino por lo que revela entre líneas. Mauricio Leal, en un estado visible de agonía, se ve obligado a grabar una supuesta confesión mientras su madre yace muerta a su lado. Lo más inquietante es la aparente presencia de alguien más en la habitación, alguien que, según muchos, podría haber coaccionado a Leal para que grabara el mensaje en un momento de extrema vulnerabilidad.
Las especulaciones sobre si Mauricio fue drogado y obligado a incriminarse a sí mismo no cesan. El hecho de que en la grabación Leal mire hacia arriba como si recibiera instrucciones, y que el video finalice con la intervención de otra persona que coloca el celular en un lugar fuera del alcance del moribundo estilista, ha generado un sinfín de teorías y debates en redes sociales.
El caso de Mauricio Leal, inicialmente investigado como un posible suicidio, toma ahora un giro oscuro que apunta a la manipulación y el encubrimiento. Este video, más que esclarecer los hechos, ha añadido nuevas capas de misterio a una tragedia en la que se entrelazan celos, ambición, y un profundo sentido de traición. La opinión pública sigue esperando respuestas claras en un caso que ha dejado más preguntas que certezas.