El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, confirmó que el pasaje de TransMilenio y el SITP tendrá un incremento en los próximos días. Según explicó, esta medida es indispensable debido a la falta de recursos que debía aportar el Gobierno Nacional y al creciente costo de operación del sistema. La noticia ha generado preocupación entre los usuarios, quienes ahora se preguntan cuánto impactará este ajuste en sus bolsillos.
El incremento en la tarifa de TransMilenio y el SITP no solo refleja los retos financieros que enfrenta el sistema, sino también la complejidad de mantener un transporte público que dependa en gran medida de subsidios. Actualmente, el costo de transportar a cada usuario supera por mucho lo que este paga: mientras que un pasajero abona $2.750, el sistema cubre más de $3.000 adicionales por cada viaje. Esta diferencia, que genera un déficit acumulado de más de $3 billones al año, ya no puede seguir siendo sostenida únicamente por recursos públicos, especialmente tras la falta de aportes del Gobierno Nacional.
Aunque el ajuste en las tarifas resulta inevitable, la Alcaldía de Bogotá busca mitigar su impacto con estrategias como paquetes de pasajes más económicos y un rediseño en los subsidios de transporte, los cuales podrían entregarse como bonos o recargas directas a las tarjetas. Estas medidas buscan no solo aliviar la carga económica para los usuarios más vulnerables, sino también incentivar un mayor uso del sistema.
Sin embargo, este aumento deja muchas preguntas abiertas: ¿Cómo afectará a los usuarios de menores ingresos? ¿Lograrán las nuevas estrategias compensar el golpe al bolsillo? ¿Qué alternativas existen para evitar una dependencia excesiva de subsidios en el futuro? Lo cierto es que el ajuste, aunque necesario, pone en evidencia la urgencia de replantear el modelo de financiación del transporte público en Bogotá para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.