Cuatro vidas apagadas en un solo instante: Una familia fue brutalmente atacada a balazos este 29 de diciembre en Aguachica, Cesar, dejando a toda Colombia sumida en la indignación y el dolor..
Las autoridades trabajan contrarreloj para capturar a los responsables de un brutal ataque armado ocurrido este 29 de diciembre en Aguachica, Cesar. En el trágico hecho, tres integrantes de una familia perdieron la vida, mientras un adolescente lucha por sobrevivir.
Inicialmente, se informó que las víctimas mortales eran el pastor evangélico Marlon Lora, su esposa Yurlay Rincón y sus hijos, Ángela Natalia y Santiago. El ataque ocurrió al mediodía en un restaurante, donde los agresores, que se desplazaban en motocicleta, dispararon en repetidas ocasiones antes de huir rápidamente del lugar.
Las autoridades locales han ofrecido una millonaria recompensa por información que permita identificar y capturar a los culpables. Los equipos de investigación revisan las cámaras de seguridad de la zona en busca de pistas que conduzcan a su paradero. Este crimen ha dejado a la comunidad sumida en el dolor y exigiendo justicia para una familia reconocida por su fe y liderazgo.
La gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuan, anunció una recompensa de hasta 25 millones de pesos para quienes brinden información que permita capturar a los responsables del ataque que acabó con la vida de tres integrantes de una familia en Aguachica. El hecho, que ha generado repudio nacional, ocurrió en un restaurante ubicado a escasos metros de la estación de Policía del municipio, lo que ha puesto en entredicho las condiciones de seguridad en la zona.
No era el objetivo del ataque sicaria
Las investigaciones preliminares sugieren que el ataque sicarial podría no haber estado dirigido específicamente contra el pastor Marlon Lora y su familia, sino contra un tercero que compartía la mesa con ellos en el restaurante. Los asesinos, en su intento de garantizar que su objetivo no escapara, dispararon indiscriminadamente contra la familia, dejando un saldo devastador. Ante la magnitud del crimen, la alcaldesa de Aguachica, Greisy Roqueme, decretó un toque de queda inmediato como medida de seguridad, buscando proteger a los ciudadanos mientras se avanza en el esclarecimiento de los hechos.
El impacto de este acto violento trascendió rápidamente las fronteras del municipio, provocando indignación a nivel nacional. El presidente Gustavo Petro exigió resultados contundentes a la Policía Nacional, instándola a capturar y judicializar a los responsables. Asimismo, la Dirección de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior expresó su repudio ante el atentado y reiteró su compromiso de garantizar la protección de los derechos de las comunidades religiosas.
La masacre que arrebató la vida de una familia reconocida y respetada en Aguachica no solo dejó un vacío irreparable en la comunidad, sino que también evidenció la crítica situación de seguridad que enfrenta el país. Con este hecho, el departamento del Cesar registra tres masacres en lo que va del año, un indicador alarmante de la presencia activa de grupos criminales como el ELN, el Clan del Golfo y bandas organizadas en la región.
Mientras las autoridades redoblan esfuerzos para esclarecer el caso, este asesinato colectivo se convierte en un llamado urgente a garantizar la seguridad de las comunidades y a implementar estrategias más efectivas contra la violencia. La población de Aguachica, profundamente conmocionada, clama por justicia y por acciones contundentes que eviten que crímenes de esta magnitud vuelvan a repetirse.