La reciente aprobación de la reforma laboral en la Cámara de Representantes marca un antes y un después para los trabajadores en Colombia. Entre los cambios más relevantes se encuentra el adelanto de la jornada nocturna, que ahora comenzará dos horas antes, y un aumento en el recargo por trabajo dominical y festivo. Además, se proponen modificaciones significativas en los contratos de los aprendices del Sena, lo que impactará tanto a empleadores como a estudiantes. Aunque aún falta el debate en el Senado, esta reforma promete redefinir el panorama laboral en el país.
El futuro de la reforma laboral en Colombia está en manos del Senado, donde el proyecto deberá pasar un tercer debate antes de convertirse en ley. Lo que hasta ahora se ha aprobado en la Cámara de Representantes ha despertado tanto el apoyo de sectores que buscan mejorar las condiciones de los trabajadores, como el rechazo de gremios que advierten sobre los impactos económicos que podrían derivarse de estas medidas.
Uno de los cambios más controvertidos es el adelanto de la jornada nocturna, que ahora comenzaría a las 7:00 p.m., lo que implicaría un aumento del 9% en los costos laborales, según Fenalco. Esto afectaría especialmente a las pequeñas y medianas empresas, que podrían verse en dificultades para absorber estos gastos adicionales. Además, la reforma incluye un incremento progresivo en el recargo por trabajar domingos y festivos, pasando del 75% al 100% en los próximos años, lo que podría hacer más costosa la contratación para esas jornadas.
Otro punto clave es la modificación en los contratos de aprendizaje del Sena, donde los estudiantes pasarían a recibir un salario mínimo durante su fase práctica y el 60% durante la fase teórica, junto con el acceso a todas las prestaciones sociales. Aunque esta medida busca dignificar el trabajo de los aprendices, algunos sectores de la oposición señalan que podría desincentivar la contratación de jóvenes, ya que las empresas podrían optar por pagar una cuota de monetización en lugar de ofrecer oportunidades de aprendizaje.
La reforma también introduce el concepto de “estabilidad laboral reforzada” para proteger a personas en situación vulnerable, madres cabeza de familia y personas con discapacidad, limitando las posibilidades de despido sin justa causa para estos grupos. Esto ha generado preocupación entre algunos gremios empresariales, que ven un riesgo de rigidez en el mercado laboral.
Además, la normativa que obliga a las plataformas digitales a definir si sus trabajadores son dependientes o independientes, y a cubrir parte de sus contribuciones parafiscales, podría transformar el sector de la economía colaborativa.
Si bien la reforma aún debe ser aprobada en el Senado, lo que suceda en los próximos debates tendrá un impacto duradero en la vida de millones de colombianos. Para algunos, es un paso necesario hacia la justicia laboral; para otros, representa un desafío económico que podría frenar la generación de empleo. El desenlace final marcará el rumbo del trabajo en Colombia y los ajustes que enfrentará el sector productivo.