La congresista Mafe Carrascal ha puesto en el centro del debate público las preocupantes fallas en el Centro de Atención y Valoración (CAV) de Engativá, con una denuncia que revela casos de presunto maltrato animal y serias deficiencias operativas. Según Carrascal, la falta de recursos, personal capacitado y una gestión adecuada no solo pone en riesgo la vida de la fauna silvestre y doméstica atendida en el lugar, sino que también refleja un problema estructural en la protección animal en Bogotá. Las declaraciones han generado indignación en redes sociales, mientras las autoridades distritales enfrentan cuestionamientos sobre la efectividad de su gestión en este ámbito.
La denuncia de Mafe Carrascal ha encendido una alerta sobre las graves deficiencias que afectan al CAV de Engativá, un centro que, a pesar de su diseño innovador y la inversión millonaria, no ha cumplido con las expectativas que se tenían sobre su funcionamiento. La congresista, junto a las concejalas Heidy Sánchez y Quena Ribadeneira, solicitó a la administración distrital que tome cartas en el asunto para corregir las fallas operativas y mejorar las condiciones del centro, cuyo objetivo es garantizar la rehabilitación y protección de los animales silvestres que sufren por la intervención humana. A pesar de las promesas de las autoridades locales, las pruebas de mala gestión y la falta de recursos están afectando gravemente la salud y el bienestar de los animales.
La situación ha generado un creciente malestar entre la ciudadanía y los grupos ambientalistas, quienes exigen no solo una reparación inmediata, sino una revisión a fondo de los procedimientos de tercerización utilizados en la gestión de este espacio. En un contexto donde la preservación del medio ambiente y la biodiversidad debería ser una prioridad, las fallas evidenciadas en el CAV de Engativá dejan en evidencia la falta de compromiso real con la conservación. El centro, que se esperaba fuera un modelo en América Latina, hoy enfrenta cuestionamientos sobre su capacidad para cumplir su misión.
Las autoridades distritales deben actuar con urgencia para garantizar que el CAV funcione adecuadamente y que los animales reciban la atención que merecen. Mientras tanto, la comunidad continúa exigiendo respuestas claras y acciones concretas que aseguren el bienestar de la fauna silvestre en Bogotá.